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jueves, 23 de agosto de 2012

El Calostro, fuente de transferencia de la inmunidad materna


El calostro, fuente de transferencia de la inmunidad materna


Resumen
Debido a que en las especies de placentación completa (vaca, yegua, cerda, oveja), no hay pasaje de anticuerpos (Acs) por esta vía, es importante el consumo de calostro durante las primeras horas de vida. Los neonatos nacen con el sistema inmune competente. Pero su capacidad para responder a microorganismos patógenos e inmunógenos es a través de respuestas 1º (1gM).

Por lo tanto se requieren varios días para lograr una protección eficaz. Es de vital importancia la transferencia pasiva de la inmunidad materna a través del calostro. La rápida detección de fallas en ella y el tratamiento adecuado pueden evitar la muerte del animal.

Introducción
Es aceptado que la transferencia de Ac a través de la placenta no ocurre en bovinos, equinos, cerdos y ovejas, debido a que estas especies poseen placenta epiteliocorial (placentación completa). Aunque los neonatos nacen con el sistema inmune com­petente, en el ambiente protector del útero no se produce estimulación antigénica .32 Al nacimiento son hipogammaglobulinémicos. El calostro es la vía adecuada para que el recién nacido adquiera Ac maternos y no incurra en infecciones neonatales que pue­den causa de la muerte.

El calostro es la primera secreción mamaria post parto y es importante porque no sólo es el único y principal alimento, sino porque contiene gran cantidad de gammaglobulinas y otras proteínas, tales como la albúmina.6  En la presente revisión bibliográfica, analizaremos la formación del calostro, sus principales componentes, las pruebas de laboratorio utilizadas para detectar fallas en la transferencia pasiva de la inmunidad (FTPI) y el tratamiento adecuado.
Formación del calostro
El calostro se forma durante la gestación por el pasaje selectivo de inmunoglobulinas (lgs) de la circulación general a la glándula mamaria. Si bien ésta no posee gran capa­cidad para sintetizar lgs calostrales, puede lograr una máxima concentración a las dos semanas preparto en el equino y 3‑9 días en el bovino.
El pasaje del isotipo G1 del plasma a la mama, se produce por la existencia de un receptor para su fragmento Fc situado so­bre las membranas celulares del acino mamario.
En condiciones fisiológicas, el origen de la IgG e IgM es exclusivamente sérico, contrariamente a la IgA que se sintetiza local­mente.
La transferencia transmamaria de Igs es favorecida por la concentración de estrógenos y progesterona presentes en los últimos meses de gestación.
La concentración de Ig en el calostro desciende abruptamente luego del naci­miento, llegando al 50 % entre las 9‑12 hs y al 85 % a las 48 hs siguientes. Descenso ligado a la importancia de la absorción de las lgs por parte del neonato y al aumento de la actividad funcional dela glándula mamaria, que al elevar su nivel de secreción, produce una dilución de las mismas.
Los dosajes de diversos constituyentes muestran variaciones evidentes, durante las tres últimas semanas de la gestación; las concentraciones de sodio y cloruro disminu­yen, mientras que las de potasio y lactosa aumentan, al igual que las concentraciones de citrato, fosfato inorgánico, calcio total, magnesio total y proteínas totales. Estas modificaciones bioquímicas corresponden a la transformación progresiva de precalostro en calostro, el cual al cabo de algunos días se transformará en leche.
Componentes del calostro
En la constitución del calostro existen componentes inmunológicos específicos e inespecíficos.
Componentes inmunológicos específi­cos
Las inmunoglobulinas
En las horas que preceden y que siguen al parto hay una verdadera transudación de proteínas séricas, en particular lgs que for­marán parte del calostro. Su importancia ha sido demostrada en la prevención de la diarrea neonatal, septicemias y afecciones respiratorias de diversa etiología.

IgG:
Las IgG forman la mayor parte de las Ig calostrales en el bovino. La relación IgG1/IgG2 próxima a 1 en el adulto, en el calostro se modifica a favor de la IgG1, que repre­senta el 70‑80 % de las proteínas calostrales.

IgM:
Siguen en orden cuantitativo a las IgG. Representan el 10 % de las Igs calostrales.

IgA:
El sistema inmunitario de los bovinos parece ser deficiente en IgA. En el calostro, el 50 % es de origen local, producido por las células plasmáticas submucosas del acino mamario; la otra mitad es de origen sérico.
También se pueden encontrar en el calostro linfocitos de tipo T y B.
Componentes inmunológicos inespecíficos
El calostro contiene también factores antimicrobianos, responsables de una in­munidad inespecífica. Entre éstos cabe mencionar:
Lisozima:
Actúa sobre el peptidoglicano de la pa­red celular de las bacterias.

Lactoferrina:
Provoca la carencia de hierro en las bacterias que son exigentes en este factor para su desarrollo.

Complejo Lactoperoxidasa/Tiocianato/Agua Oxigenada:
Es indispensable para potenciar la acti­vidad colibacilar de los Ac. calostrales.

Otros componentes:
El calostro posee también Vitaminas A y D, células fagocíticas, factores del com­plemento, opsoninas y productos resulta­dos de la memoria inmune de la madre, además de calcio, fósforo, magnesio, sodio, citrato.
Absorción del calostro
Una vez que el neonato mama calostro, las Igs son absorbidas por las células epiteliales del intestino delgado, especial­mente el yeyuno, mediante un proceso de picnocitosis, por el cual alcanzan la base de las células y se dirigen a la vía linfática. Este proceso de absorción es muy efi­caz pero relativamente corto debido a que la permeabilidad de la pared intestinal decre­ce un 50 % a las 12 hs, y es nula a las 36 hs. Pudiéndose explicar por la maduración de las células intestinales.

La permeabilidad intestinal depende de factores inherentes al tubo digestivo: dismi­nución de la acidez gástrica y de la tasa de enzimas digestivas que hacen descender el coeficiente de destrucción de las proteínas calostrales y la permeabilidad de la mucosa intestinal a las macromoléculas; y factores inherentes al mismo: poder tampón, poder inhibitorio sobre la tripsina gástrica, resis­tencia de la IgG1 a la digestión enzimática.

En el equino, existe un mecanismo de absorción de Igs de tipo selectivo, la IgA no se absorbe y queda tapizando el intestino, pues en el hay abundante pieza secretoria para ella. En el ternero, se absorben todas las Igs pero la IgG posteriormente es reexcretada.
Valores normales
Una adecuada protección contra enfer­medades infecciosas que puedan compro­meter la vida del neonato depende de la presencia de más de 400‑800 mg/dl de la IgG transferida pasivamente. Valores entre 200‑400 mg/dl indican Falla Parcial en la Transferencia Pasiva (FPTP) y menores a 200 mg/dl son indicativos de Falla Total en la Transferencia Pasiva de la Inmunidad materno filial.

Tratamiento
Es por todos aceptado que el suministro de calostro de buena calidad y adecuada concentración de Igs es la mejor forma de evitar la FTP y en consecuencia las distintas enfermedades septicémicas que pueden lle­var al neonato a la muerte.
Las diversas formas de asistencia inmu­ne tratan de suplantar este proceso. Depen­diendo del momento en que se detecte la hipogammaglobulinemia (antes o después de las 24 hs de nacido), se elegirá el método de suplementación adecuado.

a) Antes de las 24 hs de nacido

El método elegido es la suplementación con calostro de una yegua o vaca ama (según la especie) de la misma zona geo­gráfica, pues tiene el mismo desafío antigénico que la madre y su experiencia inmune es semejante.

El método de toma del primer calostro es importante, ya que se obtienen menores niveles de Acs séricos en terneros cuando se administra por sonda nasoesofágica. Se puede administrar también calostro almacenado en forma aséptica y refrigerado durante 5 días o con el agregado de antibióticos y/o conservadores. Existen tam­bién los llamados silos de calostro y los bancos de calostro congelado. En todos los casos, antes de su administración, se reco­mienda entibiarlo a 30‑37º C y no someterlo a procesos de descongelado en más de una oportunidad, 2 ó 3 dosis de 500 ml ó de calostro administrado por botella o sonda nasoesofágica a intervalos regulares resul­ta adecuado en equinos.
 
Cuanto más precozmente es adminis­trado el calostro, más eficaz es la protección conferida. En el ternero, 2 tomas de alrede­dor de 2 lts cada una es suficiente para conferir inmunidad. Debe tenerse en cuenta que el calostro de una vaca abortada con cualquier otra patología es de mala calidad y no debe ser administrado.

En equinos, puede administrarse tam­bién, alrededor de las 5 hs de nacido, suero hiperinmune liofilizado, a razón de 3,5 g/kg de peso corporal, reconstituido en agua destilada, por tubo nasogástrico.

b) Después de las 24 hs de nacido

Luego de las 24 hs de vida no se produce absorción de Igs a través del intestino debi­do a la maduración de las células epiteliales y al cambio de permeabilidad del mismo. Por este motivo, la vía de elección para la suplementación del neonato es la endovenosa, mediante la administración de sueros hiperinmunes. Estos deben ser pre­parados en animales adultos vacunados contra los agentes causales de enfermeda­des más frecuentes en la zona y se les debe realizar las pruebas de compatibilidad san­guínea cruzada mayor y menor para evitar la isoeritrolisis neonatal. Un 1itro de suero hiperinmune eleva las defensas con carác­ter de Ac 200 mg %.

En la fase de experimentación se halla el hecho de la administración de IgG hiperinmune que reduce el volumen de la dosis pero no la concentración de gammaglobulina G que deberá ser transfundida. De esta manera se evitarían los problemas postransfusionales. Existen otros suplementos inmunes, derivados de la vía del queso, del calostro y de la leche, que son actualmente objeto de investigación. Estos productos no pueden ser usados como sustituto total del calostro.
Conclusiones
La importancia del consumo de calostro durante las primeras horas de nacido, favo­rece la sobrevida del neonato. Es de suma importancia realizar un diagnóstico precoz; para ello se cuenta con una cantidad impor­tante de técnicas confiables que deben rea­lizarse después de las 18 h de vida. Esto permitirá, en caso de ser necesario elegir la forma de suplementación adecuada, ya sea con calostro o suero.

Es importante asegurar al neonato la ingesta de un calostro de buena calídad y en cantidad suficiente, o si fuera necesario, elegir un método de suplementación ade­cuado que les permita adquirir Ac maternos. Un diagnóstico precoz y un tratamiento efi­caz pueden evitar la muerte del animal.



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