LESIONES
DEL SISTEMA URINARIO
ALTERACIONES CADAVERICAS
-
Autolisis: aparece muy
rápidamente en los túmulos contorneados renales de todos los animales y
especialmente en las aves. Microscópicamente y a las pocas horas de la muerte,
se observa tumefacción de las células, perdida de sus estriaciones y picnosis
de núcleos. La autolisis puede confundirse con las Tubulonefritis.
-
Profusión de
los túbulos en el espacio de Bowman: suele ser frecuente en el perro y
gato. También pueden verse en “vida”, en los casos con hipertensión.
-
Putrefacción: es la
disolución difusa de los tejidos. Este fenómeno se acelera extraordinariamente
en el Carbunco de los bovinos y en la enterotoxemia de los rumiantes (Riñón
pulposo)
MALFORMACIONES
CONGENITAS:
Aplasia
renal:
es la ausencia de uno o de ambos riñones. Puede faltar también el uréter o si
aparece forma un saco ciego en el polo craneal. La aplasia unilateral puede
pasar inadvertida durante la vida del animal si el otro riñón es normal (hipertrófico).
La aplasia bilateral es incompatible con la vida y existe predisposición
familiar en perros Doberman y Beagle.
Hipoplasia
renal:
es el incompleto desarrollo de uno o ambos riñones. El tamaño de los riñones,
se reduce de ½ a 1/3 de lo normal, con disminución del número de nefronas,
lóbulos y cálices y conservando la estructura microscópica normal, se ha
observado en bovinos, cerdos Large White, potros y perros.
Hipoplasia
de la corteza: es un problema bilateral en el que se reduce el tamaño
de los riñones debido a una importante disminución de la cortical renal. Los
riñones tienen aspecto retraído y consistencia firme. Afecta a perros (carácter
hereditario recesivo en el Cocker) y los animales suelen morir por uremia a la
edad de 3 meses a 3 años. En algunos casos puede complicarse con un Síndrome
Osteorrenal.
Ectopia
renal:
es la migración anormal de uno de los riñones durante el desarrollo fetal a la
zona inguinal o cavidad pélvica. Los riñones suelen ser normales, pero cuando
el uréter esta mal posicionado existe predisposición a obstrucciones e
hidronefrosis. Poco frecuente en cerdo.
Riñones
fusionados:
es la unión de ambos riñones por sus polos dando lugar a un gran riñón con dos
uréteres. La estructura y la función es normal, no dando patología.
Displasia
renal:
es una alteración de la organización renal por diferenciación anómala de sus
estructuras. Aparece tejido mixomatoso con nefronas y túbulos dispersos
mezclados con áreas de metaplasma cartilaginosa y ósea. También hay fibrosis
abundante, formación de quistes e hipercelularidad glomerular. Se ha descrito
en perros.
Quistes
renales:
se observan en la displasia renal o en riñones sin displasia. Puede aparecer
uno o varios quistes en la cortical o medular, contienen un líquido
transparente y están revestidos por un epitelio plano o cúbico. Son frecuentes
en el cerdo (autonómico dominante), equinos y terneros no alterando la función
renal.
Estos quistes, no deben confundirse
con los quistes por retención que aparecen en las nefritis intersticiales
crónicas (riñones fruncidos)
Riñones
quistitos o poli quísticos: es un problema uní o bilateral, en el que
los riñones presentan numerosos quistes pequeños o grandes. Estos producen
atrofia por presión, fibrosis del parénquima y pueden comprometer la función
renal. Son frecuentes en el cerdo y más raro en las demás especies (terneros,
caballos, perros y Cairn terrier y gatos). A veces pueden asociarse a quistes
hepáticos y son hereditarios.
ATROFIA
RENAL
-
Atrofia senil
o involutiva:
es la reducción de tamaño renal que se observa en perros y gatos muy viejos.
Aparecen quistes y la imagen es semejante a la de un riñón fruncido.
-
Atrofia por
presión:
se produce en casos de quistes, tumores o abscesos en la proximidad y por
cálculos o Hidronefrosis renal.
HIPERTROFIA
RENAL
Es el aumento de peso de un riñón
(hasta el 80 %) como compensación de la total o parcial destrucción del otro.
Los riñones con hipertrofia son más sensibles a otras patologías.
REGENERACIÓN
RENAL
Es muy limitada en el riñón, los glomérulos
no tienen capacidad regeneradora y los túbulos solo cuando conservan la
membrana basal. Así que, cuando hay destrucción de tejido renal, lo normal es
que se produzca fibrosis reparativa.
ALTERACIONES
CIRCULATORIAS
-
Hiperemia
venosa aguda:
se observa en el fallo cardiaco agudo y los riñones aparecen de color rojo
oscuro y ligeramente mayores.
-
Hiperemia
pasiva:
se observa en los infartos hemorrágicos de los terneros que sufren Trombosis
venosa renal uní – bilateral en el curso de septicemias bacterianas. También en
neuropatías, cardiopatías, tumores suprarrenales y abscesos próximos a la cava.
-
Hiperemia
activa:
solo se aprecia bien en la medular y aparece en septicemias, enterotoxemias y
nefritis agudas.
-
Hemorragias: en los
cerdos, pueden observarse hemorragias petequiales corticales en el curso de
septicemias por Peste porcina clásica y africana, Erisipelas y Salmonelas. En
los lechones jóvenes, también son frecuentes las petequias en muchas
enfermedades (poco significativo) y en el matadero aparecen con frecuencia en
animales sanos por efecto del sacrificio.
En rumiantes las hemorragias renales pueden aparecer en las
Enterotoxemias.
En perros neonatos las equimosis asociadas a necrosis vasculares y
tubulares, son características de los Herpesvirus.
En gatos pueden aparecer en la Peritonitis infecciosas felina (PIF).
En todas las especies puede observarse
amplias hemorragias subcapsulares e intrarrenales como consecuencia de
intoxicaciones por Dicumarina y en los traumatismos.
Cuando las hemorragias se producen en
los glomérulos o en los túbulos producen el signo clínico de hematuria.
-
Infarto: son áreas de
necrosis por coagulación debido a la isquemia que se produce por una oclusión
vascular ocasionada por trombos bacterianos o émbolos asépticos. La mayoría de
los casos se originan por endocarditis valvular trombótica y más raramente, por
trombosis de las venas pulmonares o por endoarteritis verminosa trombosante por
Strongylus
vulgaris en equinos.
Los infartos suelen tener forma
cuneiformes, tamaño variable (dependiendo del tramo de vaso afectado) y
coloración rojiza o amarillenta dependiendo de la fase y de las complicaciones.
Al principio son rojizos, a los 2 – 3
días se tornan amarillo – pálido (necrosis por coagulación) rodeados por un
halo hiperémico – hemorrágico y son ligeramente prominentes (infarto anémico).
Mas adelante, los trastornos circulatorios y especialmente la presencia de
bacterias, hacen que se tornen de color rojo (infarto hemorrágico). Con el
tiempo, crece un tejido de granulación que elimina la necrosis y el infarto
adquiere aspecto retraído y cicatricial. En ocasiones, los infartos sépticos
pueden dar lugar a abscesos. A veces podemos encontrarnos con infartos en
distintas fases, especialmente en la Endocarditis
trombótica, ya que se desprenden trombos en distintos momentos.
ALTERACIONES
DEGENERATIVAS o NEFROSIS
Las nefrosis son alteraciones renales
bilaterales caracterizadas por lesiones degenerativas necróticas y/ o acumulo
anormal de sustancias. Solo cuando estas lesiones revisten gravedad proporcionan
sintomatología clínica en forma de “Fallo renal agudo” o “Síndrome nefrótico”.
Según el asentamiento principal de las
lesiones las clasificaremos en Glomerulonefrósis y Tubulonefrosis aunque en la
práctica ambas suelen presentarse juntas en muchas ocasiones.
1.
Glomerulonefrósis
1.1
Nefrosis Amiloide
La amiloidosis renal consiste en el
depósito de una sustancia eosinofila, homogénea o ligeramente fibrilar conocida
como Amiloide en el interior de los glomérulos (en el gato también en tejido
intersticial). Se trata de una proteína muy resistente a proteasas y producida
por fagotitos que se compone de una mezcla de inmunoglobulinas de cadena larga
(Amiloide AL) y proteína sérica (Amiloide AA).
En general, la amiloidosis se presenta
en el curso de inflamaciones crónicas o de tumores y clínicamente causa
incremento de la permeabilidad glomerular, lo que origina Proteinuria. En casos
graves puede conducir a un síndrome nefrótico y como suele existir también
lesión tubular, aparece poliuria y uremia.
En los bóvidos se presenta con cierta
frecuencia asociada a inflamaciones crónicas (mamitis, artritis, metritis o
neumonía). Se caracteriza por la presencia de riñones pálidos de 2 a 3 veces el tamaño normal y
normalmente no da clínica.
En ovejas afectadas por neumonía gangrenosa
crónica por aspiración o deglución desviada, es frecuente el hallazgo de
riñones agrandados y con puntos blanco amarillentos típicos de una amiloidosis.
En los perros, la amiloidosis puede
proporcionar aspectos distintos. Riñones más grandes y pálidos, más pequeños o
normales. Con frecuencia se acompañan con infartos renales. En el Collie gris
se ha descrito una amiloidosis de origen hereditario, pero es más frecuente
asociada a procesos supurativos crónicos.
En gatos de raza Abisinia existe una
predisposición hereditaria a la amiloidosis.
El diagnóstico se facilita si tratamos
un fragmento renal sospechoso con una solución de Lugol y ácido sulfúrico
diluido. Así, se destacan los glomérulos que contienen Amiloide como puntitos
negro – azulados. Microscópicamente podremos observar:
-
Acumulo Amiloide mesangio – glomerular y en
la membrana basal de los túbulos, subendotelio arterial e intersticio.
-
Formación de cilindros hialinos en luces
tubulares.
-
Degeneración, gotas hialinas, atrofia y
calcificación de tubulos.
-
Hidronefrosis e inflamación secundaria.
Además, podremos identificar el Amiloide mediante la tinción de Rojo Congo y
con luz polarizada.
Clínicamente, la amiloidosis se
caracteriza por incremento de la permeabilidad glomerular lo que ocasiona Proteinuria
y si se acompaña de Tubulonefrosis (especialmente frecuente en el perro)
tendremos uremia y un síndrome nefrótico.
1.2
Lípidosis glomerular:
Se caracteriza por la presencia de
células espumosas cargadas de lípidos en el mesangio de los glomérulos. Afecta
hasta el 10 % de los perros viejos y es de origen desconocido.
1.3
Esclerosis glomerular
Consiste en el engrosamiento (aspecto
hialino) de las membranas basales glomerulares y del mesangio. Este fenómeno
puede observarse en el curso de la “Diabetes Mellitus" del perro y del gato y se asemeja a las
glomerulonefritis crónicas.
2 Tubulonefrosis
Consiste en la degeneración, necrosis
o acumulo de sustancias en las células o en el intersticio de los túbulos
renales. Podemos distinguir los siguientes tipos:
2.1 Tubulonefrosis isquémicas o Riñón de Shock:
Se observa en las situaciones de
shock, cuando la circulación sanguínea se centraliza y se produce una isquemia
transitoria en el riñón. En estas circunstancias, los túbulos sufren
degeneración y necrosis isquémica transitoria en el riñón. En estas
circunstancias, los túbulos sufren degeneración y necrosis que pueden conducir
a un fallo renal agudo. Si la falta de oxigeno es breve las lesiones son
ligeras y reversibles, pero si se prolonga puede presentarse fenómenos de
coagulación intravascular diseminada (CID) que agrava la clínica.
Macroscópicamente los riñones aparecen
tumefactos, aclarados y con sección edematosa.
Existen tres variantes especiales de
Tubulonefrosis isquémicas:
a)
Necrosis
bilateral de la corteza renal:
Aparece en terneros, potros y cerdos
en situaciones de shock endotóxico (bacteriano), traumático o hemorrágico y
puede considerarse una variante especial del Riñón de shock. Se presentan
fenómenos de CID con formación de trombos de fibrina en los glomérulos y en las
arteriolas aferentes con necrosis total o de amplias áreas de la corteza.
Microscópicamente, los riñones
presentan aspecto cartográfico con áreas anémicas y hemorrágicas. En la mayoría
de los casos, los animales mueren y si se curan, los riñones presentan amplias
cicatrices y regeneración con insuficiencia renal crónica.
b)
Nefrosis
cromoproteinémica isquémica:
Se observa en intoxicaciones crónicas
por cobre en ovejas y terneros (hemolisis), intoxicaciones por cloratos y
nitratos (metahemoglobinemica), intoxicaciones por Clostridium Haemolyticum en rumiantes (hemoglobinuria),
Enterotoxemia tipo C, Babesiosis aguda en corderos, anemia inmune del ternero,
mioglobinuria paralítica del caballo y en grandes traumatismos musculares. En
estos procesos, se produce una hemo o mioglobinemia masiva que suele coincidir
con una isquemia renal y cusa fallo renal agudo.
Macroscópicamente, los riñones aumentan
de tamaño, la capsula se desprende fácilmente y sobre todo, aparecen de color
negruzco.
Microscópicamente se observan
numerosos cilindros de hemo o mioglobinuria en las asas de Henle y acumulo de
pigmento reabsorbido en los túbulos proximales.
C) Nefrosis colémica isquémica: es una
nefrosis como la anterior pero con acumulo de bilirrubina que aparece en la
leptospirosis aguda del perro. Macroscópicamente los riñones aparecen de color
castaño o verde oliva.
2.2 Tubulonefrosis tóxica: se producen cuando los túbulos se reabsorben
toxinas endógenas o exógenas filtradas en la barrera glomerular. En este caso,
las células de los túbulos presentan degeneración (vacuolar, hidrópica y grasa)
y necrosis. Como suele coincidir con una situación de shock (tóxico), hay
también isquemia renal, como en los casos anteriores y se produce un Fallo
Renal Agudo con muerte. Macroscópicamente, los riñones aumentan de tamaño y se
aclaran. Existen varios tipos:
a-
Minerales: causan necrosis y calcificaciones
de los túbulos renales. El caso mas frecuente es la ingestión de semillas
tratadas con sales de mercuriales (calomelanos y antifúngicos mercuriales).
También por Dicromato Potásico, nitrato de uranio, Fósforo, Cadmio, arsénico,
tetracloruro de carbono, fenol….
La intoxicación por
plomo suele producirse de forma crónica por impactos de perdigones en
rumiantes, perros y aves. En las lesiones renales puede descubrirse cuerpos de
inclusión ácido resistente en los núcleos de las células tubulares.
b-
Sulfamidas y antibióticos: en tratamientos a
altas dosis es fácil encontrarnos con Tubulonefrosis en terneros, corderos (Terramicinas y
Tetraciclinas) y en conejos (sulfamidas).
c-
Nefrosis por oxalato: en perros y gatos es
frecuente la intoxicación por Etilenglicol (anticongelante) que da lugar a la
formación de cristales de oxalato en los túbulos e intersticio renal. En
rumiantes también se presenta, pero unido a la ingestión de plantas ricas en
oxalato.
d-
Nefrosis micotóxica: se debe a toxinas
producidas por hongos que contaminan a los alimentos mal conservados. Las
micotoxinas mas frecuentes son: ocratoxina A producida pro Aspergillus y
Penecillium, y Citrina y Ocratoxina B. los riñones aparecen incrementados de
tamaño, aclarados y en la fase aguda con hemorragias corticales.
e-
Toxinas vegetales:
-
Consumo de plantas rocas en oxalato (ya se
menciono)
-
El consumo de grandes cantidades de bellotas,
hojas de roble y encinas, ricas en ácido tánico, puede dar en rumiantes cuadros
de gastroenteritis y Tubulonefrosis necrosante.
2.3 Nefrosis por acumulación:
Se produce por la
resorción y acumulo de sustancias en las células epiteliales de los túbulos,
especialmente proximales. Estas sustancias han atravesado el filtro glomerular
que puede estar normal o alterado (Glomerulonefrósis o Glomerulonefritis) y
suelen ser: proteínas lípidos o glúcidos.
a-
Proteínas: se acumulan en forma de gotitas
hialinas y forman cilindros hialinos en las luces de los túbulos. Se produce
cuando está alterada la filtración glomerular como en las glomerulopatías y en
los casos de Plasmocitoma.
b-
Pigmentos
-
Hemoglobina y Mioglobina: estos pigmentos
atraviesan el glomérulo (sin lesión) dando hemoglobinuria o mioglobinuria.
También se encuentran en los túbulos proximales, dando al riñón una coloración
rojo castaño u oscuro.
-
Hemosiderina: procede de la digestión
enzimática de las anteriores. Aparecen en los casos de hemolisis intensa y
proporciona a la corteza renal una coloración castaña.
-
Pigmentos biliares (Nefrosis Colémica): el
acumulo de bilirrubina proporciona al riñón una coloración pardo-amarillenta o
verde oliva.
c-
Lípidos: aparecen en forma de gotas de grasas
en los túbulos del gato, perro, rumiantes, caballos y cerdos. También se
observan, como esteatosis, en los casos de intoxicaciones (cetosis de vaca u
oveja gestante o en lactación, síndrome del riñón e hígado graso de las
gallinas, diabetes Mellitus del perro, intoxicaciones por fosforo) y en
hipoxias. Los riñones aparecen amarillentos, blandos y superficie untuosa.
d-
Glúcidos (Nefrosis Glucogénica): aparece en
los casos avanzados de diabetes Mellitus del perro y del gato. Debido al
acumulo de glucosuria, se absorbe glucosa en las Asas de Henle y túbulos
contorneados distales, acumulándose en forma de glucógeno.
2.4 Tubulonefrosis con depósitos de cálculos.
a-
Calcificaciones Renales o Nefrocalcinosis:
son frecuentes y M/O se observan granulaciones en la cortical o estriaciones
radiales en la medular de color blanquecino. Aparecen en casos de
hipervitaminosis D3 con hipercalcemia e hiperparatiroidismo
secundario (calcificaciones Metastaticas) y en las intoxicaciones por mercurio,
riñón fruncido, uremias y vómitos persistentes con hipocloremia
(calcificaciones distroficas).
b- Infarto Úrico: se observa en
lechones lactantes en forma de estriaciones blancas o amarillentas de acido úrico
y uratos en las papilas renales. El origen está en la destrucción de gran
número de hematíes nucleados.
c- Gota renal: aparece en aves y
reptiles por dietas ricas en proteínas y carentes de vitam A. se caracteriza
por riñones agrandados y de color blanquecino con reacción inflamatoria
secundaria debido a la acción irritante de los cristales de uratos. Suele asociarse
a gota visceral y articular.
d- Nefrosis Xantimica: proceso muy poco
frecuente, solo observado muy ocasionalmente en bovinos.
INFLAMACIONES
O NEFRITIS
Las inflamaciones en el riñón pueden
asentar en el glomérulo o en el intersticio. Aunque normalmente suelen
afectarse ambos, las denominaremos como glomerulonefritis o nefritis
intersticiales de acuerdo con la estructura más afectada. La clasificación de
las nefritis es la siguiente:
A- Glomerulonefritis
- Glomerulonefritis Difusa
- Glomerulonefritis Focal
B- Nefritis intersticiales
- Nefritis intersticial difusa no purulenta.
- Nefritis intersticial focal purulenta.
- Nefritis intersticial focal embolico-purulenta.
- Pielonefritis.
- Nefritis Granulomatosa.
A- Glomerulonefritis
Se caracterizan por alteraciones morfológicas
y funcionales del glomérulo. Progresivamente se lesionan también los túbulos
renales, el intersticio y los vasos sanguíneos.
- Glomerulonefritis Difusa
Hablaremos de GN difusa cuando se
encuentre afectado más del 80% de los glomérulos. Existen formas
anatomopatologicas distintas:
Ø Exudativa
Ø Proliferativa
Ø Membranoproliferativa
o mesangiocapilar (membranoesclerosante)
Ø Membranosa
Ø Mesangioproliferativa
Ø Mesangioesclerosante
Además, según el curso clínico, las GN
pueden ser agudas, subagudas o crónicas y a veces progresivas o recidivantes.
M/O: Los riñones con GN difusas agudas no suelen presentar
lesiones significativas, pueden aumentar de tamaño, son pálidos con petequias
en la cortical y superficie de sección húmeda. En las GN crónicas los riñones pueden presentar superficie
irregular o incluso adquirir el aspecto de riñón
fruncido, imagen que puede confundirse con otros procesos.
En la patogénesis de las GN difusas,
los procesos inmunopatologicos juegan el papel más importante, ya que, las
funciones de filtración del riñón, lo convierten en el blanco ideal para sufrir
reacciones inmunitarias. Estas pueden tener dos orígenes:
Ø Reacción de
auto anticuerpos contra el propio riñón (anticuerpos anti-membrana basal glomerular)
Ø Depósitos de
complejos Ag-Ac en la membrana basal glomerular.
Las
GN anti membrana basal o glomerulonefritis autoinmunes solo se han
observado en caballos. Por causas desconocidas, el organismo forma anticuerpos
contra la membrana basal glomerular que se une a esta de forma uniforme y
lineal. Poco después se desencadena el sistema del complemento y en
consecuencia una reacción inflamatoria que destruye la membrana basal causando
la muerte del animal.
Las
GN por depósitos de complejos Ag-Ac en los glomérulos son las más
frecuentes. Los Ac pueden circular en el torrente sanguíneo o más raramente,
pueden formarse in situ, como ocurre
en el caso de la dirofilariosis canina. El origen del Ag puede ser tanto
endógeno (tumores, ADN), como exógenos (virus, bacterias, parásitos, toxinas).
Los depósitos se producen cuando hay
una gran cantidad (exceso) de complejos antígeno – anticuerpo circulantes y no
pueden ser retirados rápidamente de la sangre por el “sistema fagocitario
mononuclear”. Una vez retenidos los inmunocomplejos en el glomérulo, se
activael sistema complemento (especialmente C3) y se liberan sustancias
quimiotaxicas que atraen a células inflamatorias (leucocitos polinucleares) que
producirán aminas vasoactivas. En esta situación, se incrementa la
permeabilidad glomerular, se favorece la adhesividad celular, se altera la
coagulación y todo ello, unido a las enzimas del complemento y a las enzimas
lisosómicas de los polimorfonucleares, consiguen dañar la membrana basal
glomerular.
La participación en muchas ocasiones
de las plaquetas (fenómenos de trombosis) estimula la proliferación celular,
dando lugar a las formas proliferativas de las GN. En ocasiones, también pueden
aparecer mastocitos, monocitos y macrófagos en diversos tipos de GN
contribuyendo a la destrucción continua y progresiva del glomérulo.
El diagnóstico correcto de cada una de
las GN inmunomediadas se confirma demostrando la presencia de inmunoglobulinas
(Ig) y complemento en el glomérulo. Esto se consigue mediante técnicas de
inmunofluorescencia o inmunoperoxidasa. En las GN por inmunocomplejos, estos se
depositan agrupados de forma discontinua dando una inmunofluorescencia
granular.
Una vez lesionada primariamente la
membrana glomerular, con los mecanismos inmunopatologicos descritos, es cuando
podemos observar los distintos tipos anatomopatológicos señalados al principio.
Glomerulonefritis
exudativa:
se caracteriza microscópicamente por infiltración de neutrófilos y fibrina con
presencia de fibrina en espacio urinario. Este tipo de glomerulonefritis se
observa en las tonsilitis estreptocócicas del hombre, hepatitis contagiosa
canina, leptospirosis del perro, Peste porcina africana y mal rojo del cerdo.
La GN exudativa leve puede ser reversible pero la grave pasa a ser GN
Membranoproliferativa.
Glomerulonefritis proliferativa (extra
e intracapilar: se caracteriza por un incremento de la celularidad glomerular a
partir de células epiteliales en el espacio urinario que forman “semi lunas”,
dando lugar a sinequias entre el glomérulo y la cápsula de Bowman. También aparecen
leucocitos en los capilares y en el mesangio.
Este tipo de GN es característica de
las infecciones estreptocócicas del hombre y en los animales es poco frecuente,
suele acompañar a la GN Membranoproliferativa en los perros con Leishmanias y
en la PP. Clásica y Africana de los cerdos.
Glomerulonefritis
Membranoproliferativa (mesangiocapilar o mesangio proliferativa): se
caracteriza por el incremento de tamaño del mesangio, ya que proliferan las
células mesangiales y aumenta la matriz mesangial. También se observa
engrosamiento de la membrana basal por el depósito de inmunocomplejos.
Este tipo de GN es el más frecuente en
el perro, ocasionando proteinurias graves y fallo renal cronico
Glomerulonefritis
membranosa:
se caracteriza por el engrosamiento anómalo de la membrana basal glomerular.
Esto puede ser de forma nodular o difusa y a veces la membrana basal forma
elongaciones conocidas como “spikes”. En este tipo de GN no suele alterarse el
mesangio (o muy lentamente) y en la mayoría de casos disminuye la celularidad
del glomérulo. Por el contrario se produce tumefacción y fusión de los pies de
los podocitos con desaparición de los poros de filtración.
Mediante técnicas de
inmunofluorescencia se demuestra deposito de Ig y C3 en la membrana basal y no
en el mesangio.
Como la GN membranosa es crónica,
clínicamente cursa con proteinuria que conduce a una disproteinemia con
Síndrome Nefrótico.
Este tipo de GN se observa en la
Leucemia felina y en infestaciones crónicas por Dirofilaria inmitis del perro,
Lupus eritematoso sistémico y piometras del perro.
Glomerulonefritis
mesangio - proliferativa: afecta exclusivamente al mesangio y se
caracteriza por tumefacción y proliferación de células mesangiales. No altera
la filtración, luego no da clínica y suele asociarse en el perro a nefritis
intersticiales crónicas.
Glomerulonefritis
mesangio - esclerante: se caracteriza exclusivamente por el
incremento de la matriz mesangial. Es poco frecuente y no se altera la
filtración glomerular.
En general las GN exudativas, mesangio
– proliferativa y mesangio – esclerosante suelen evolucionar a GN
membranoproliferativas. Las GN membranosa, membranoproliferativas y
proliferativas acaban con fibrosis, esclerosis y atrofia glomerular con
formación de quistes glomerulares.
- Glomerulonefritis Focal:
Consideraremos a una GN como focal
cuando solo están afectados una parte de los glomérulos. Aunque la causa
principal de estas GN es la acción directa de gérmenes y trastornos
circulatorios locales, también pueden participar procesos
inmunopatológicos semejantes a los de
las GN difusas.
Podremos encontrarnos con
Glomerulonefritis focal aguda en casos de enfermedades infecciosas septicémicas
como el Mal Rojo y la Peste Porcina aguda. El cuadro macroscópico con hiperemia
y petequias es muy semejante al descrito en las GN difusas. En casos de
Endocarditis del cerdo, debidas a bacterias del Mal rojo o a estreptococos
podemos encontrarnos también con GN focal y sobre todo con nefritis
intersticial embolico – purulenta.
También en el curso de las Piemias de
origen embólico – mestastático pueden producirse una Glomerulonefritis embólico
– purulenta pero como en estos casos las lesiones son mas importantes en el
intersticio, las estudiaremos como nefritis intersticiales purulentas focales.
B.-
Nefritis intersticiales
Hablaremos de nefritis intersticial
(NI) cuando la inflamación se inicia primariamente y se localiza principalmente
en el estroma renal.
Deberemos tener siempre en cuenta que
en el curso de GN y de Tubulonefrosis, también podemos encontrarnos con NI
secundarias. Entonces, hablaremos de Nefritis de acompañamiento o asociada.
Al mismo tiempo, aunque menos
frecuente, podremos encontrar lesiones glomerulares, tubulares o vasculares
leves en las NI primarias.
De forma muy general, podemos asociar
etiológicamente a las NI con agentes infecciosos, principalmente bacterias,
aunque también con algunos virus (especialmente en las NI no purulentas). La
vía de infección más importante es la hematógena, ya que forman parte de
procesos sistémicos. Sin embargo, en las Pielonefritis la vía principal es la
urógena (vía ascendente). Ocasionalmente pueden participar mecanismos
inmunopatologicos, auto-anticuerpos frente a la membrana basal tubular, como
sucede en el Lupus Eritematoso del
perro.
Las manifestaciones clínicas de las NI
pueden pasar, muchas veces, inadvertidas constituyendo un hallazgo de necropsia
o de matadero. Cuando es grave, el riñón
no es capaz de concentrar la orina (orina de baja densidad), los túbulos
fallan en la reabsorción y en la secreción se produce uremia e hipertensión
hasta alcanzar la situación de fallo renal descompensado.
¡Recuerden que las GN cursan
fundamentalmente con proteinuria!
A
las nefritis intersticiales las clasificaremos en:
- Nefritis intersticiales difusas no purulenta.
- Nefritis intersticiales focal no purulenta.
- Nefritis intersticial focal embolico-metastática.
- Pielonefritis
- Nefritis granulomatosa
- Nefritis intersticial difusa no purulenta:
Es muy frecuente en perro y en gatos.
Se presenta en casos de leptospirosis y como consecuencia de toxinas bacterians
en el curso de piometras y de neumonías, pero la mayor parte de las veces, no
se conoce su origen ya que suelen ser lesiones muy crónicas y aparecen como
hallazgo de necropsias. Otras causas de NI son los Adenovirus canino tipo I, la
Leishmaniosis canina, la Leptospirosis en cerdos y bóvidos y el Encephalitozoon
cuniculi en el conejo.
La nefritis intersticial afecta a
ambos riñones. En los casos agudos, los riñones suelen presentarse aspecto macroscópico
normal o bien incrementado algo su tamaño, color rojo oscuro y la capsula se
desprende fácilmente, sin arrastrar parénquima renal. En los casos crónicos, se
aprecian manchas pálidas que penetran como cordones blanquecinos hasta la
medular. Ya en los estados terminales podemos encontrarnos con la imagen de riñón fruncido finamente granular en el
que destaca una superficie irregular y la cortical reducida. Es en estos casos
tan crónicos en donde es difícil establecer una etiología concreta.
Microscópicamente se caracteriza por
infiltrados inflamatorios en los que destaca la presencia de linfocitos,
hitocitos y células plasmáticas.
Clínicamente las NI pueden dar o no
uremia en casos agudos y en casos terminales siempre uremia.
- Nefritis intersticial focal no purulenta:
Son relativamente frecuentes y se
presentan bilateralmente. Pocas veces dan sintomatología clínica por lo que
constituyen un hallazgo de necropsias.
El ejemplo más típico es el “Riñón de
manchas blancas” que aparece en los terneros y en la oveja.
Macroscópicamente se caracterizan por
nodulaciones blanquecinas y prominentes de 2 a 12 mm, localizadas en la
cortical del riñón. Microscópicamente están formados por acúmulos de
linfocitos, histiocitos y células plasmáticas. No suelen proporcionar clínica,
excepto los casos más graves e incluso llegan a desaparecer. Su etiología, no
completamente aclarada, parece estar en relación con infecciones por E. coli,
brucelas, salmonelas, estafilococos y algunos virus pero posiblemente, mediando
algún mecanismo inmunopatologicos desconocido.
Sobre todo en los cerdos y bóvidos son
frecuentes la aparición de nefritis intersticiales focales no purulentas de
menor intensidad que forman pequeñas estrías blanquecinas como cuñas en la
cortical y que como poseen carácter crónico es muy difícil conocer la causa.
Entre las enfermedades capaces de
causar estas nefritis intersticiales se destacan: Fiebre catarral maligna y
Diarrea Virica de los bóvidos, Anemia infecciosa equina, Viruela y Ectima en
ovinos y leptospirosis.
También pueden aparecer estos tipos de
nefritis ”acompañando” a otras lesiones renales.
- Nefritis intersticiales focal embólico- metastático:
Se origina por la llegada al riñón de
estreptococos, estafilococos, C. pyogenes, E. coli,… por la vía hemática en el
curso de septicemias o de tromboembolias. Los émbolos se atascan en los
capilares renales y provocan fusiones purulentas (pequeños abscesos) en ambos
riñones. A veces pueden afectar a vasos más grndes, como en la tromboembolia y
dan lugar a los trombos sépticos. Como se destruyen glomérulos y túbulos, es
fácil que se eliminen bacterias por orina y curse con piuria y se complique con
una Pielonefritis.
Los cuadros más característicos que
cursan con este tipo de nefritis son:
-
Actinobacillus equuli en potros.
-
Papera del caballo (Streptococcus equi)
-
Endocarditis tromboembolica de los bóvidos
(Cory. Pyogenes y estreptococos)
-
Endocarditis trombótica del cerdo (Mal rojo y
estreptococos)
4-
Pielonefritis:
Consiste en la inflamación de la
pelvis renal y del intersticio próximo a la pelvis. Es muy frecuente en los
bóvidos, ovinos, cerdos y perros. Generalmente se producen por la llegada de
bacterias por la vía urinaria o ascendente (colis, estafilos, estreptos,
proteus y corinebacterias) que no son especialmente virulenta, pero como suele
existir algún trastorno de las vías urinarias excretoras, con retención de
orina, o bien reflujo besico- uretral, se favorece la multiplicación de
bacterias y ya tenemos la infección, normalmente por varios tipos de ellas
(infección mixtos). Menos frecuente es la via hematogena o descendente que este
ocasionando una nefritis focal embolico- purulenta.
Las Pielonefritis se reconocen
fácilmente por presentar un exudado purulento en la pelvis renal y dilatación
de la misma. Suele ser bilateral, los riñones están agrandados y la cortical
suele ser ondulada y con puntitos blanquecinos.
En las formas crónicas podemos
encontrarnos con fuertes retracciones cicatriciales en todo el riñón (riñón
cicatricial pielonefritico). Sobre todo en los bovinos es frecuente una
evolución hacia la destrucción progresiva del parénquima renal (riñón fruncido
pielonefritico).
Los ejemplos mas destacados son:
Pielonefritis progresivas de las vacas
(muy graves)
Pielonefritis asociadas a urolitiasis
en corderos
Pielonefritis postparto de la cerdas
Pielonefritis del perro en relación
con metritis, cistitis, prostatitis y urolitiasis
5-
Nefritis granulomatosas
Tuberculosis renal: se origina por vía
hemática a partir de la generalización de un complejo primario respiratorio. Se
presenta en forma miliar y solo en bovinos adultos pueden formarse grandes
nódulos. Afecta a bovinos, cabras, perros y gallinas.
Peritonitis infecciosa felina: aparecen en el curso de
esta enfermedad nodulillos necróticos de
0.5 a 4 mm rodeados por un infiltrado inflamatorio mononuclear.
Otros procesos que pueden ocasionar
granulomas renales son: Pseudotuberculosis y Listeriosis en las ovejas.
Yersiniosis en los conejos, Ascaridiasis y Filariosis en los perros y en
micosis en distintas especies.
HIDRONEFROSIS
Consiste en la dilatación de la pelvis
renal por una obstrucción congénita o adquirida de la pelvis renal, uréter,
vejiga o uretra.
Las obstrucciones adquiridas pueden
ocasionar en el curso de cálculos urinarios, tumores o inflamaciones de la
vejiga, próstata o estructuras próximas que presionen sobre las vías urinarias.
Se caracteriza por un riñón globoso
que acumula progresivamente orina al mismo tiempo que se va atrofiando
parénquima desde la pelvis hasta la cortical
RIÑONES FRUNCIDOS
Son riñones con tamaño reducido en los
que debido a la destrucción de su parenquima nos encontramos con abundante
tejido cicatricial. Macroscópicamente; además de menor tamaño destaca su
consistencia dura, superficie rugosa e incluso con depresiones.
Microscópicamente muestran atrofia de nefronas, esclerosis glomerular,
dilatación e hiperplasia tubular, intensa fibrosis intersticial,
calcificaciones e intenso infiltrado mononuclear.
Estos riñones son la consecuencia
terminal de otros procesos padecidos anteriormente por el riñón, como pueden
ser nefritis embolico – metastáticas, infartos renales, nefrosis,
glomerulonefritis, nefritis intersticiales crónicas. Pielonefritis e
hidronefrosis.
En los casos mas graves de riñón
fruncido, se llega a la situación de “riñón terminal” con fallo renal
TUMORES
Aunque se presentan en perros, cerdos,
bovinos, equinos y gallinas, los tumores primarios del riñón son raros. Existen
los siguientes:
Adenoma: se presentan en bovinos y
equinos. Son proliferaciones benignas muy poco frecuentes.
Carcinoma: afecta fundamentalmente al
perro y muy raramente a los bovinos. Posee gran capacidad de metástasis.
Nefrona embrionario o Nefroblastoma:
es característico de cachorros, cerdos y terneros jóvenes, aunque también a
animales mayores. Pueden adquirir un gran tamaño (hasta 20 kg en el cerdo) y
están constituidos por un tejido mixto de procedencia embrionaria. No
metastatizan, ecepto en el perro.
Tumores mesenquimatosos: fibromas,
fibrosarcomas, leiomiomas, hemangiosarcomas y otras variedades son poco
frecuentes.
Tumores secundarios: son muy
frecuentes en el riñón dada su vascularización y el papel de filtro.
PATOLOGÍA
DE LAS VÍAS URINARIAS
CISTITIS:
Las inflamaciones de la vejiga
urinaria son frecuentes, sobre todo en las hembras por poseer una uretra mas
corta y por infecciones ascendentes a partir de metritis y vaginitis. Además,
las retenciones de orina por estenosis u obstrucciones de la uretra por
cálculos, facilitan la proliferación de bacterias (E. coli, proteus,
corynebacterium renale, ….) en la vejiga.
Las cistitis pueden ser agudas con
aspecto de: catarral, hemorrágica, fibrinosa, necrótico difteroide o ulcerosa.
También crónicas, especialmente la cistitis folicular del perro que se
caracteriza por nodulillos en la mucosa. Otra forma crónica, es la cistitis
poliposa de los bovinos. Una forma especial de cistitis es la cistitis
enfisematosa que aparece en el perro y gato como consecuencia de fermentaciones
bacterianas de azúcares.
UROLITIASIS
Es la aparición de cálculos en las
vías urinarias. Es especialmente importante y frecuente en los rumiantes y en
el perro. En los rumiantes se presenta en machos de cebo intensivo con dietas
desequilibradas en el cociente Ca/P. la
“ese” peneana de los machos favorece la obstrucción de los cristales formados y
el posterior desarrollo de una uretritis obstructiva.
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