Traductor

jueves, 13 de diciembre de 2012

Brucelosis




Brucelosis

La brucelosis, también llamada fiebre malta o fiebre ondulante, es una enfermedad que ataca a varias especies de mamíferos dentro de los cuales se encuentra el hombre, Brucella es el nombre genérico con el que se denomina a un grupo de pequeños cocos y cocobacilos gramnegativos aeróbicos, inmóviles y de crecimiento lento también infecta a otros mamíferos dentro de los cuales se encuentran algunos con alta relevancia económica como pueden ser los ganados bovino, equino, porcino, ovino y caprino y a otras especies silvestres. La relación causal entre el organismo y la enfermedad fue establecida por Dr. David Bruce (microbiólogo) en 1887.

El género Brucella está compuesto por 10 especies, las cuales se han diferenciado con base en sus características antigénicas y su hospedero intermediario: B. abortus (bovinos), B. canis (perros), B. ceti[2](mamíferos marinos), B. melitensis (caprinos), B. microti[3] (zorros), B. neotomae (ratas salvajes), B. ovis (bovinos), B. pinnipedialis[2] (mamíferos marinos), B. suis (porcinos),y B. inopinata,[4] recientemente descrita (2009), aislada de una infección en implante mamario de una paciente de 71 años.

La infección en humanos por B. melitensis, B. abortus, B. suis y B. canis está ampliamente documentada, siendo B. suis la especie que causa el cuadro clínico más grave, y B. canis la menos virulenta; las otras 3 especies son muy virulentas. B. neotomae es específica de roedores, no infecta al humano; Brucella ovis tampoco infecta a humanos. B. microti sólo se ha descrito en zorros rojos, aunque la secuenciación de su genoma revela que posee alta similitud con B. suis, la cual es una bacteria de gran importancia médica; en contraste con otras especies de Brucella, ésta es de rápido crecimiento y muy activa bioquímicamente, y posee un fenotipo similar a Ochrobactrum, un patógeno humano facultativo.

Algunos de los reservorios naturales son los bovinos, caprinos, ovinos, cerdos y mamíferos marinos, pero se han encontrado brucellas en una inmensa cantidad de mamíferos tan dispares como pequeños roedores, cánidos, camélidos y cetáceos. Cabe destacar que la bacteria en los animales también causa la enfermedad, aunque puede que con distinta sintomatología, dependiendo del huésped y la especie de Brucella en cuestión.

La vías de contagio suelen ser: mucosas, heridas en la piel y la vía digestiva. La bacteria puede incluso entrar por las vías respiratorias mediante aerosoles. Muchas infecciones provienen de la manipulación de animales contaminados, por ingesta de leche o de sus productos no pasteurizados y de carnes poco cocidas. En países desarrollados es una enfermedad típicamente ocupacional donde las personas más expuestas son veterinarios, peones de campo y trabajadores de la industria de la carne.

Varias circunstancias hacen a Brucella especial desde el punto de vista patogénico. En primer lugar, la virulencia de Brucella no va ligada a los factores de virulencia clásicos de otros gérmenes: exotoxinas o endotoxinas; en segundo lugar, Brucella consigue invadir y persistir en el interior de las células mediante la inhibición de los mecanismos celulares de muerte celular programada (apoptosis). La infección tiene lugar por contacto, consumo o inhalación de material infectado. La contaminación de las mucosas se sigue de su fagocitosis, dos componentes de su superficie relacionados con los receptores histidina kinasa (BvrS/BvrR) se relacionan con el proceso de internalización de Brucella.

Estructura antigénica.
Las envolturas celulares bacterianas (membrana interna, espacio periplásmico y membrana externa) se distinguen de las de otras bacterias gramnegativas por se más resistentes a la acción de detergentes, al EDTA, a la acción de polimixina B, a la proteólisis de enzimas, así como a la digestión de la lisozima.

Lipopolisacárido.
El LPS está compuesto de una cadena polisacárida o antígeno “O” específico, un polisacárido central y el lípido A. La molécula de LPS contiene los antígenos A y M, que tradicionalmente han sido considerados como la característica diferencial entre las diferentes cepas de Brucella.

Polisacárido B.
 El llamado poli B o PB es un carbohidrato de bajo peso molecular, el análisis estructural lo ha identificado como un polímero cíclico que contiene entre 17 y 24 residuos de glucosa. Aparentemente forma parte de todas las especies de Brucella y en forma pura no muestra ser antigénico.

Proteínas de membrana externa.
 Las mejor estudiadas son la porina y la lipoproteína; se considera que son inmunógenos ideales por su conservación evolutiva entre todas las especies de Brucella, así como por su capacidad de inducir respuesta inmune celular y humoral durante el curso natural de la infección.

El periodo de incubación dura de 1 a 6 semanas. El inicio de las manifestaciones clínicas se caracteriza por fiebre, artralgias, mialgias y diaforesis. Las manifestaciones clínicas dependen de la vía de transmisión del organismo: si es respiratoria, el paciente cursa con neumonía, si entra por la piel las manifestaciones incluyen celulitis y linfadenopatía regional. Los microorganismos pueden luego diseminarse a otros tejidos vía sanguínea. Las bacterias también pueden entrar al organismo a través del tracto gastrointestinal, por la ingestión de alimentos contaminados, principalmente leche y sus derivados; inicialmente se presentan síntomas gastrointestinales y posteriormente sistémicos. La evolución de la enfermedad dependerá de la respuesta inmune del hospedero, principalmente de la respuesta inmune celular.

La forma aguda de la brucelosis se caracteriza por fiebre que en la mayoría de los casos es alta e intermitente (ondulante), presentándose generalmente por la tarde/noche acompañada de cefalea intensa frontal y occipital, y diaforesis. En bazo, hígado, ganglios linfáticos aparecen nódulos granulomatosos que pueden evolucionar hasta convertirse en abscesos.
En la forma crónica, las manifestaciones más comunes son:

·                     Síndrome febril: habitualmente de poca intensidad en la mayoría de los casos;
·                     Osteoarticulares: poli o monoartritis, gránulos óseos, abscesos.
·                     Psíquicas: síndrome depresivo, nerviosismo, irratibilidad.
·                     Digestivas: esplenopahetomegalía, hepatitis.
·                     Neurológicas: meningobrucelosis, polineuritis, síndrome ciático, síndrome radicular.
·                     Hematológicas: anemia hemolítica, anemia ferropriva.
·                     Respiratorias: bronquitis, neumonía.
·                     Genitourinarias: orquiepididimitis, cistitis, amenorrea.

Se diagnostica generalmente mediante la detección de anticuerpos específicos contra Brucella en sangre por seroaglutinación. También por aislamento del patógeno mediante hemocultivo. Con el advenimiento de las tecnologías del ADN en las últimas décadas se está utilizando para diagnóstico la PCR (Polymerase Chain Reaction) la cual es altamente especifica e incluso sirve para distinguir entre las diferentes especies de Brucella, pero su costo hace que la seroaglutinación siga siendo la técnica más utilizada

La tetraciclina en general es efectiva contra la mayoría de las cepas de Brucella, sin embargo dado que este fármaco es bacteriostático, resultan frecuentes las recidivas después del tratamiento inicial. La combinación de tetraciclina con estreptomicina o gentamicina ha mostrado ser más eficaz. Las terapias a largo plazo con dosis altas de trimetropim-sulfametoxazol han mostrado ser buena alternativa, y la adición de rifampicina tiene utilidad en casos de enfermedad del sistema nervioso central

El control de la brucelosis humana se basa en la erradicación de la enfermedad en los reservorios; esto exige la identificación sistémica y eliminación de los rebaños afectados, así como la vacunación de los animales susceptibles. Actualmente no existe una vacuna aprobada para uso en humanos;[6] el control de la brucelosis animal y la reducción en la exposición humana a ésta ha limitado el desarrollo de vacunas contra la brucelosis humana, sin embargo, el uso potencial de Brucella como agente de bioterrorismo sugiere que las estrategias directas de intervención deben estar garantizadas.



martes, 4 de diciembre de 2012

 NECROSIS

La necrosis (del griego: νεκρóς. Pronunciación: /nekrós/. Significado: 'cadáver').

Es la muerte patológica de un conjunto de células o de cualquier tejido , provocada por un agente nocivo que causa una lesión tan grave que no se puede reparar o curar. Por ejemplo, el aporte insuficiente de sangre al tejido o isquemia un traumatismo, la exposición a la radiación ionizante , la acción de sustancias químicas o tóxicas, una infección, o el desarrollo de una enfermedad autoinmune o de otro tipo. Una vez que se ha producido y desarrollado, la necrosis es irreversible. Es una de las dos expresiones morfológicas reconocidas de muerte celular dentro de un tejido vivo.

Pronto presentaré imágenes exclusivas de una necrosis en canino macho............ espéralas...

jueves, 22 de noviembre de 2012

Lesiones del Sistema Urinario



LESIONES DEL SISTEMA URINARIO

ALTERACIONES CADAVERICAS

-       Autolisis: aparece muy rápidamente en los túmulos contorneados renales de todos los animales y especialmente en las aves. Microscópicamente y a las pocas horas de la muerte, se observa tumefacción de las células, perdida de sus estriaciones y picnosis de núcleos. La autolisis puede confundirse con las Tubulonefritis.

-       Profusión de los túbulos en el espacio de Bowman: suele ser frecuente en el perro y gato. También pueden verse en “vida”, en los casos con hipertensión.

-       Putrefacción: es la disolución difusa de los tejidos. Este fenómeno se acelera extraordinariamente en el Carbunco de los bovinos y en la enterotoxemia de los rumiantes (Riñón pulposo)

MALFORMACIONES CONGENITAS:

Aplasia renal: es la ausencia de uno o de ambos riñones. Puede faltar también el uréter o si aparece forma un saco ciego en el polo craneal. La aplasia unilateral puede pasar inadvertida durante la vida del animal si el otro riñón es normal (hipertrófico). La aplasia bilateral es incompatible con la vida y existe predisposición familiar en perros Doberman y Beagle.

Hipoplasia renal: es el incompleto desarrollo de uno o ambos riñones. El tamaño de los riñones, se reduce de ½ a 1/3 de lo normal, con disminución del número de nefronas, lóbulos y cálices y conservando la estructura microscópica normal, se ha observado en bovinos, cerdos Large White, potros y perros.

Hipoplasia de la corteza: es un problema bilateral en el que se reduce el tamaño de los riñones debido a una importante disminución de la cortical renal. Los riñones tienen aspecto retraído y consistencia firme. Afecta a perros (carácter hereditario recesivo en el Cocker) y los animales suelen morir por uremia a la edad de 3 meses a 3 años. En algunos casos puede complicarse con un Síndrome Osteorrenal.

Ectopia renal: es la migración anormal de uno de los riñones durante el desarrollo fetal a la zona inguinal o cavidad pélvica. Los riñones suelen ser normales, pero cuando el uréter esta mal posicionado existe predisposición a obstrucciones e hidronefrosis. Poco frecuente en cerdo.

Riñones fusionados: es la unión de ambos riñones por sus polos dando lugar a un gran riñón con dos uréteres. La estructura y la función es normal, no dando patología.

Displasia renal: es una alteración de la organización renal por diferenciación anómala de sus estructuras. Aparece tejido mixomatoso con nefronas y túbulos dispersos mezclados con áreas de metaplasma cartilaginosa y ósea. También hay fibrosis abundante, formación de quistes e hipercelularidad glomerular. Se ha descrito en perros.

Quistes renales: se observan en la displasia renal o en riñones sin displasia. Puede aparecer uno o varios quistes en la cortical o medular, contienen un líquido transparente y están revestidos por un epitelio plano o cúbico. Son frecuentes en el cerdo (autonómico dominante), equinos y terneros no alterando la función renal.

Estos quistes, no deben confundirse con los quistes por retención que aparecen en las nefritis intersticiales crónicas (riñones fruncidos)

Riñones quistitos o poli quísticos: es un problema uní o bilateral, en el que los riñones presentan numerosos quistes pequeños o grandes. Estos producen atrofia por presión, fibrosis del parénquima y pueden comprometer la función renal. Son frecuentes en el cerdo y más raro en las demás especies (terneros, caballos, perros y Cairn terrier y gatos). A veces pueden asociarse a quistes hepáticos y son hereditarios.

ATROFIA RENAL

-       Atrofia senil o involutiva: es la reducción de tamaño renal que se observa en perros y gatos muy viejos. Aparecen quistes y la imagen es semejante a la de un riñón fruncido.
-       Atrofia por presión: se produce en casos de quistes, tumores o abscesos en la proximidad y por cálculos o Hidronefrosis renal.

HIPERTROFIA RENAL

Es el aumento de peso de un riñón (hasta el 80 %) como compensación de la total o parcial destrucción del otro. Los riñones con hipertrofia son más sensibles a otras patologías.

REGENERACIÓN RENAL

Es muy limitada en el riñón, los glomérulos no tienen capacidad regeneradora y los túbulos solo cuando conservan la membrana basal. Así que, cuando hay destrucción de tejido renal, lo normal es que se produzca fibrosis reparativa.

ALTERACIONES CIRCULATORIAS

-       Hiperemia venosa aguda: se observa en el fallo cardiaco agudo y los riñones aparecen de color rojo oscuro y ligeramente mayores.
-       Hiperemia pasiva: se observa en los infartos hemorrágicos de los terneros que sufren Trombosis venosa renal uní – bilateral en el curso de septicemias bacterianas. También en neuropatías, cardiopatías, tumores suprarrenales y abscesos próximos a la cava.
-       Hiperemia activa: solo se aprecia bien en la medular y aparece en septicemias, enterotoxemias y nefritis agudas.
-       Hemorragias: en los cerdos, pueden observarse hemorragias petequiales corticales en el curso de septicemias por Peste porcina clásica y africana, Erisipelas y Salmonelas. En los lechones jóvenes, también son frecuentes las petequias en muchas enfermedades (poco significativo) y en el matadero aparecen con frecuencia en animales sanos por efecto del sacrificio.

En rumiantes las hemorragias renales pueden aparecer en las Enterotoxemias.

En perros neonatos las equimosis asociadas a necrosis vasculares y tubulares, son características de los Herpesvirus.

En gatos pueden aparecer en la Peritonitis infecciosas felina (PIF).

En todas las especies puede observarse amplias hemorragias subcapsulares e intrarrenales como consecuencia de intoxicaciones por Dicumarina y en los traumatismos.

Cuando las hemorragias se producen en los glomérulos o en los túbulos producen el signo clínico de hematuria.

-        Infarto: son áreas de necrosis por coagulación debido a la isquemia que se produce por una oclusión vascular ocasionada por trombos bacterianos o émbolos asépticos. La mayoría de los casos se originan por endocarditis valvular trombótica y más raramente, por trombosis de las venas pulmonares o por endoarteritis verminosa trombosante por Strongylus vulgaris en equinos.

Los infartos suelen tener forma cuneiformes, tamaño variable (dependiendo del tramo de vaso afectado) y coloración rojiza o amarillenta dependiendo de la fase y de las complicaciones.

Al principio son rojizos, a los 2 – 3 días se tornan amarillo – pálido (necrosis por coagulación) rodeados por un halo hiperémico – hemorrágico y son ligeramente prominentes (infarto anémico). Mas adelante, los trastornos circulatorios y especialmente la presencia de bacterias, hacen que se tornen de color rojo (infarto hemorrágico). Con el tiempo, crece un tejido de granulación que elimina la necrosis y el infarto adquiere aspecto retraído y cicatricial. En ocasiones, los infartos sépticos pueden dar lugar a abscesos. A veces podemos encontrarnos con infartos en distintas fases, especialmente en la Endocarditis trombótica, ya que se desprenden trombos en distintos momentos.

ALTERACIONES DEGENERATIVAS o NEFROSIS

Las nefrosis son alteraciones renales bilaterales caracterizadas por lesiones degenerativas necróticas y/ o acumulo anormal de sustancias. Solo cuando estas lesiones revisten gravedad proporcionan sintomatología clínica en forma de “Fallo renal agudo” o “Síndrome nefrótico”.

Según el asentamiento principal de las lesiones las clasificaremos en Glomerulonefrósis y Tubulonefrosis aunque en la práctica ambas suelen presentarse juntas en muchas ocasiones.

1.    Glomerulonefrósis

1.1  Nefrosis Amiloide
La amiloidosis renal consiste en el depósito de una sustancia eosinofila, homogénea o ligeramente fibrilar conocida como Amiloide en el interior de los glomérulos (en el gato también en tejido intersticial). Se trata de una proteína muy resistente a proteasas y producida por fagotitos que se compone de una mezcla de inmunoglobulinas de cadena larga (Amiloide AL) y proteína sérica (Amiloide AA).

En general, la amiloidosis se presenta en el curso de inflamaciones crónicas o de tumores y clínicamente causa incremento de la permeabilidad glomerular, lo que origina Proteinuria. En casos graves puede conducir a un síndrome nefrótico y como suele existir también lesión tubular, aparece poliuria y uremia.

En los bóvidos se presenta con cierta frecuencia asociada a inflamaciones crónicas (mamitis, artritis, metritis o neumonía). Se caracteriza por la presencia de riñones pálidos de 2 a 3 veces el tamaño normal y normalmente no da clínica.

En ovejas afectadas por neumonía gangrenosa crónica por aspiración o deglución desviada, es frecuente el hallazgo de riñones agrandados y con puntos blanco amarillentos típicos de una amiloidosis.

En los perros, la amiloidosis puede proporcionar aspectos distintos. Riñones más grandes y pálidos, más pequeños o normales. Con frecuencia se acompañan con infartos renales. En el Collie gris se ha descrito una amiloidosis de origen hereditario, pero es más frecuente asociada a procesos supurativos crónicos.

En gatos de raza Abisinia existe una predisposición hereditaria a la amiloidosis.

El diagnóstico se facilita si tratamos un fragmento renal sospechoso con una solución de Lugol y ácido sulfúrico diluido. Así, se destacan los glomérulos que contienen Amiloide como puntitos negro – azulados. Microscópicamente podremos observar:

-       Acumulo Amiloide mesangio – glomerular y en la membrana basal de los túbulos, subendotelio arterial e intersticio.
-       Formación de cilindros hialinos en luces tubulares.
-       Degeneración, gotas hialinas, atrofia y calcificación de tubulos.
-       Hidronefrosis e inflamación secundaria. Además, podremos identificar el Amiloide mediante la tinción de Rojo Congo y con luz polarizada.

Clínicamente, la amiloidosis se caracteriza por incremento de la permeabilidad glomerular lo que ocasiona Proteinuria y si se acompaña de Tubulonefrosis (especialmente frecuente en el perro) tendremos uremia y un síndrome nefrótico.

1.2  Lípidosis glomerular:
Se caracteriza por la presencia de células espumosas cargadas de lípidos en el mesangio de los glomérulos. Afecta hasta el 10 % de los perros viejos y es de origen desconocido.

1.3  Esclerosis glomerular
Consiste en el engrosamiento (aspecto hialino) de las membranas basales glomerulares y del mesangio. Este fenómeno puede observarse en el curso de la “Diabetes Mellitus"  del perro y del gato y se asemeja a las glomerulonefritis crónicas.

2      Tubulonefrosis
Consiste en la degeneración, necrosis o acumulo de sustancias en las células o en el intersticio de los túbulos renales. Podemos distinguir los siguientes tipos:

2.1  Tubulonefrosis isquémicas o Riñón de Shock:
Se observa en las situaciones de shock, cuando la circulación sanguínea se centraliza y se produce una isquemia transitoria en el riñón. En estas circunstancias, los túbulos sufren degeneración y necrosis isquémica transitoria en el riñón. En estas circunstancias, los túbulos sufren degeneración y necrosis que pueden conducir a un fallo renal agudo. Si la falta de oxigeno es breve las lesiones son ligeras y reversibles, pero si se prolonga puede presentarse fenómenos de coagulación intravascular diseminada (CID) que agrava la clínica.

Macroscópicamente los riñones aparecen tumefactos, aclarados y con sección edematosa.
Existen tres variantes especiales de Tubulonefrosis isquémicas:

a)    Necrosis bilateral de la corteza renal:

Aparece en terneros, potros y cerdos en situaciones de shock endotóxico (bacteriano), traumático o hemorrágico y puede considerarse una variante especial del Riñón de shock. Se presentan fenómenos de CID con formación de trombos de fibrina en los glomérulos y en las arteriolas aferentes con necrosis total o de amplias áreas de la corteza.

Microscópicamente, los riñones presentan aspecto cartográfico con áreas anémicas y hemorrágicas. En la mayoría de los casos, los animales mueren y si se curan, los riñones presentan amplias cicatrices y regeneración con insuficiencia renal crónica.

b)    Nefrosis cromoproteinémica isquémica:

Se observa en intoxicaciones crónicas por cobre en ovejas y terneros (hemolisis), intoxicaciones por cloratos y nitratos (metahemoglobinemica), intoxicaciones por Clostridium Haemolyticum en rumiantes (hemoglobinuria), Enterotoxemia tipo C, Babesiosis aguda en corderos, anemia inmune del ternero, mioglobinuria paralítica del caballo y en grandes traumatismos musculares. En estos procesos, se produce una hemo o mioglobinemia masiva que suele coincidir con una isquemia renal y cusa fallo renal agudo.

Macroscópicamente, los riñones aumentan de tamaño, la capsula se desprende fácilmente y sobre todo, aparecen de color negruzco.
Microscópicamente se observan numerosos cilindros de hemo o mioglobinuria en las asas de Henle y acumulo de pigmento reabsorbido en los túbulos proximales.

C) Nefrosis colémica isquémica: es una nefrosis como la anterior pero con acumulo de bilirrubina que aparece en la leptospirosis aguda del perro. Macroscópicamente los riñones aparecen de color castaño o verde oliva.

2.2 Tubulonefrosis tóxica: se producen cuando los túbulos se reabsorben toxinas endógenas o exógenas filtradas en la barrera glomerular. En este caso, las células de los túbulos presentan degeneración (vacuolar, hidrópica y grasa) y necrosis. Como suele coincidir con una situación de shock (tóxico), hay también isquemia renal, como en los casos anteriores y se produce un Fallo Renal Agudo con muerte. Macroscópicamente, los riñones aumentan de tamaño y se aclaran. Existen varios tipos:

a-    Minerales: causan necrosis y calcificaciones de los túbulos renales. El caso mas frecuente es la ingestión de semillas tratadas con sales de mercuriales (calomelanos y antifúngicos mercuriales). También por Dicromato Potásico, nitrato de uranio, Fósforo, Cadmio, arsénico, tetracloruro de carbono, fenol….

La intoxicación por plomo suele producirse de forma crónica por impactos de perdigones en rumiantes, perros y aves. En las lesiones renales puede descubrirse cuerpos de inclusión ácido resistente en los núcleos de las células tubulares.

b-    Sulfamidas y antibióticos: en tratamientos a altas dosis es fácil encontrarnos con Tubulonefrosis  en terneros, corderos (Terramicinas y Tetraciclinas) y en conejos (sulfamidas).

c-    Nefrosis por oxalato: en perros y gatos es frecuente la intoxicación por Etilenglicol (anticongelante) que da lugar a la formación de cristales de oxalato en los túbulos e intersticio renal. En rumiantes también se presenta, pero unido a la ingestión de plantas ricas en oxalato.


d-    Nefrosis micotóxica: se debe a toxinas producidas por hongos que contaminan a los alimentos mal conservados. Las micotoxinas mas frecuentes son: ocratoxina A producida pro Aspergillus y Penecillium, y Citrina y Ocratoxina B. los riñones aparecen incrementados de tamaño, aclarados y en la fase aguda con hemorragias corticales.

e-    Toxinas vegetales:
-       Consumo de plantas rocas en oxalato (ya se menciono)
-       El consumo de grandes cantidades de bellotas, hojas de roble y encinas, ricas en ácido tánico, puede dar en rumiantes cuadros de gastroenteritis y Tubulonefrosis necrosante.

2.3  Nefrosis por acumulación:
Se produce por la resorción y acumulo de sustancias en las células epiteliales de los túbulos, especialmente proximales. Estas sustancias han atravesado el filtro glomerular que puede estar normal o alterado (Glomerulonefrósis o Glomerulonefritis) y suelen ser: proteínas lípidos o glúcidos.

a-    Proteínas: se acumulan en forma de gotitas hialinas y forman cilindros hialinos en las luces de los túbulos. Se produce cuando está alterada la filtración glomerular como en las glomerulopatías y en los casos de Plasmocitoma.

b-    Pigmentos
-       Hemoglobina y Mioglobina: estos pigmentos atraviesan el glomérulo (sin lesión) dando hemoglobinuria o mioglobinuria. También se encuentran en los túbulos proximales, dando al riñón una coloración rojo castaño u oscuro.

-       Hemosiderina: procede de la digestión enzimática de las anteriores. Aparecen en los casos de hemolisis intensa y proporciona a la corteza renal una coloración castaña.
-       Pigmentos biliares (Nefrosis Colémica): el acumulo de bilirrubina proporciona al riñón una  coloración pardo-amarillenta o verde oliva.

c-    Lípidos: aparecen en forma de gotas de grasas en los túbulos del gato, perro, rumiantes, caballos y cerdos. También se observan, como esteatosis, en los casos de intoxicaciones (cetosis de vaca u oveja gestante o en lactación, síndrome del riñón e hígado graso de las gallinas, diabetes Mellitus del perro, intoxicaciones por fosforo) y en hipoxias. Los riñones aparecen amarillentos, blandos y superficie untuosa.

d-    Glúcidos (Nefrosis Glucogénica): aparece en los casos avanzados de diabetes Mellitus del perro y del gato. Debido al acumulo de glucosuria, se absorbe glucosa en las Asas de Henle y túbulos contorneados distales, acumulándose en forma de glucógeno.

2.4  Tubulonefrosis con depósitos de cálculos.

a-    Calcificaciones Renales o Nefrocalcinosis: son frecuentes y M/O se observan granulaciones en la cortical o estriaciones radiales en la medular de color blanquecino. Aparecen en casos de hipervitaminosis D3 con hipercalcemia e hiperparatiroidismo secundario (calcificaciones Metastaticas) y en las intoxicaciones por mercurio, riñón fruncido, uremias y vómitos persistentes con hipocloremia (calcificaciones distroficas).

b-    Infarto Úrico: se observa en lechones lactantes en forma de estriaciones blancas o amarillentas de acido úrico y uratos en las papilas renales. El origen está en la destrucción de gran número de hematíes nucleados.

c-    Gota renal: aparece en aves y reptiles por dietas ricas en proteínas y carentes de vitam A. se caracteriza por riñones agrandados y de color blanquecino con reacción inflamatoria secundaria debido a la acción irritante de los cristales de uratos. Suele asociarse a gota visceral y articular.

d-    Nefrosis Xantimica: proceso muy poco frecuente, solo observado muy ocasionalmente en bovinos.

INFLAMACIONES O NEFRITIS
Las inflamaciones en el riñón pueden asentar en el glomérulo o en el intersticio. Aunque normalmente suelen afectarse ambos, las denominaremos como glomerulonefritis o nefritis intersticiales de acuerdo con la estructura más afectada. La clasificación de las nefritis es la siguiente:

A-   Glomerulonefritis
  1. Glomerulonefritis Difusa
  2. Glomerulonefritis Focal

B-   Nefritis intersticiales
  1. Nefritis intersticial difusa no purulenta.
  2. Nefritis intersticial focal purulenta.
  3. Nefritis intersticial focal embolico-purulenta.
  4. Pielonefritis.
  5. Nefritis Granulomatosa.

A-   Glomerulonefritis
Se caracterizan por alteraciones morfológicas y funcionales del glomérulo. Progresivamente se lesionan también los túbulos renales, el intersticio y los vasos sanguíneos.


  1. Glomerulonefritis Difusa
Hablaremos de GN difusa cuando se encuentre afectado más del 80% de los glomérulos. Existen formas anatomopatologicas distintas:
Ø  Exudativa
Ø  Proliferativa
Ø  Membranoproliferativa o mesangiocapilar (membranoesclerosante)
Ø  Membranosa
Ø  Mesangioproliferativa
Ø  Mesangioesclerosante

Además, según el curso clínico, las GN pueden ser agudas, subagudas o crónicas y a veces progresivas o recidivantes.

M/O: Los riñones con GN difusas agudas no suelen presentar lesiones significativas, pueden aumentar de tamaño, son pálidos con petequias en la cortical y superficie de sección húmeda. En las GN crónicas los riñones pueden presentar superficie irregular o incluso adquirir el aspecto de riñón fruncido, imagen que puede confundirse con otros procesos.
En la patogénesis de las GN difusas, los procesos inmunopatologicos juegan el papel más importante, ya que, las funciones de filtración del riñón, lo convierten en el blanco ideal para sufrir reacciones inmunitarias. Estas pueden tener dos orígenes:
Ø  Reacción de auto anticuerpos contra el propio riñón (anticuerpos  anti-membrana basal glomerular)
Ø  Depósitos de complejos Ag-Ac en la membrana basal glomerular.

Las GN anti membrana basal o glomerulonefritis autoinmunes solo se han observado en caballos. Por causas desconocidas, el organismo forma anticuerpos contra la membrana basal glomerular que se une a esta de forma uniforme y lineal. Poco después se desencadena el sistema del complemento y en consecuencia una reacción inflamatoria que destruye la membrana basal causando la muerte del animal.
Las GN por depósitos de complejos Ag-Ac en los glomérulos son las más frecuentes. Los Ac pueden circular en el torrente sanguíneo o más raramente, pueden formarse in situ, como ocurre en el caso de la dirofilariosis canina. El origen del Ag puede ser tanto endógeno (tumores, ADN), como exógenos (virus, bacterias, parásitos, toxinas).

Los depósitos se producen cuando hay una gran cantidad (exceso) de complejos antígeno – anticuerpo circulantes y no pueden ser retirados rápidamente de la sangre por el “sistema fagocitario mononuclear”. Una vez retenidos los inmunocomplejos en el glomérulo, se activael sistema complemento (especialmente C3) y se liberan sustancias quimiotaxicas que atraen a células inflamatorias (leucocitos polinucleares) que producirán aminas vasoactivas. En esta situación, se incrementa la permeabilidad glomerular, se favorece la adhesividad celular, se altera la coagulación y todo ello, unido a las enzimas del complemento y a las enzimas lisosómicas de los polimorfonucleares, consiguen dañar la membrana basal glomerular.

La participación en muchas ocasiones de las plaquetas (fenómenos de trombosis) estimula la proliferación celular, dando lugar a las formas proliferativas de las GN. En ocasiones, también pueden aparecer mastocitos, monocitos y macrófagos en diversos tipos de GN contribuyendo a la destrucción continua y progresiva del glomérulo.

El diagnóstico correcto de cada una de las GN inmunomediadas se confirma demostrando la presencia de inmunoglobulinas (Ig) y complemento en el glomérulo. Esto se consigue mediante técnicas de inmunofluorescencia o inmunoperoxidasa. En las GN por inmunocomplejos, estos se depositan agrupados de forma discontinua dando una inmunofluorescencia granular.

Una vez lesionada primariamente la membrana glomerular, con los mecanismos inmunopatologicos descritos, es cuando podemos observar los distintos tipos anatomopatológicos señalados al principio.

Glomerulonefritis exudativa: se caracteriza microscópicamente por infiltración de neutrófilos y fibrina con presencia de fibrina en espacio urinario. Este tipo de glomerulonefritis se observa en las tonsilitis estreptocócicas del hombre, hepatitis contagiosa canina, leptospirosis del perro, Peste porcina africana y mal rojo del cerdo. La GN exudativa leve puede ser reversible pero la grave pasa a ser GN Membranoproliferativa.

Glomerulonefritis proliferativa (extra e intracapilar: se caracteriza por un incremento de la celularidad glomerular a partir de células epiteliales en el espacio urinario que forman “semi lunas”, dando lugar a sinequias entre el glomérulo y la cápsula de Bowman. También aparecen leucocitos en los capilares y en el mesangio.

Este tipo de GN es característica de las infecciones estreptocócicas del hombre y en los animales es poco frecuente, suele acompañar a la GN Membranoproliferativa en los perros con Leishmanias y en la PP. Clásica y Africana de los cerdos.

Glomerulonefritis Membranoproliferativa (mesangiocapilar o mesangio proliferativa): se caracteriza por el incremento de tamaño del mesangio, ya que proliferan las células mesangiales y aumenta la matriz mesangial. También se observa engrosamiento de la membrana basal por el depósito de inmunocomplejos.
Este tipo de GN es el más frecuente en el perro, ocasionando proteinurias graves y fallo renal cronico

Glomerulonefritis membranosa: se caracteriza por el engrosamiento anómalo de la membrana basal glomerular. Esto puede ser de forma nodular o difusa y a veces la membrana basal forma elongaciones conocidas como “spikes”. En este tipo de GN no suele alterarse el mesangio (o muy lentamente) y en la mayoría de casos disminuye la celularidad del glomérulo. Por el contrario se produce tumefacción y fusión de los pies de los podocitos con desaparición de los poros de filtración.

Mediante técnicas de inmunofluorescencia se demuestra deposito de Ig y C3 en la membrana basal y no en el mesangio.

Como la GN membranosa es crónica, clínicamente cursa con proteinuria que conduce a una disproteinemia con Síndrome Nefrótico.

Este tipo de GN se observa en la Leucemia felina y en infestaciones crónicas por Dirofilaria inmitis del perro, Lupus eritematoso sistémico y piometras del perro.

Glomerulonefritis mesangio - proliferativa: afecta exclusivamente al mesangio y se caracteriza por tumefacción y proliferación de células mesangiales. No altera la filtración, luego no da clínica y suele asociarse en el perro a nefritis intersticiales crónicas.

Glomerulonefritis mesangio - esclerante: se caracteriza exclusivamente por el incremento de la matriz mesangial. Es poco frecuente y no se altera la filtración glomerular.

En general las GN exudativas, mesangio – proliferativa y mesangio – esclerosante suelen evolucionar a GN membranoproliferativas. Las GN membranosa, membranoproliferativas y proliferativas acaban con fibrosis, esclerosis y atrofia glomerular con formación de quistes glomerulares.

  1. Glomerulonefritis Focal:
Consideraremos a una GN como focal cuando solo están afectados una parte de los glomérulos. Aunque la causa principal de estas GN es la acción directa de gérmenes y trastornos circulatorios locales, también pueden participar procesos inmunopatológicos  semejantes a los de las GN difusas.

Podremos encontrarnos con Glomerulonefritis focal aguda en casos de enfermedades infecciosas septicémicas como el Mal Rojo y la Peste Porcina aguda. El cuadro macroscópico con hiperemia y petequias es muy semejante al descrito en las GN difusas. En casos de Endocarditis del cerdo, debidas a bacterias del Mal rojo o a estreptococos podemos encontrarnos también con GN focal y sobre todo con nefritis intersticial embolico – purulenta.

También en el curso de las Piemias de origen embólico – mestastático pueden producirse una Glomerulonefritis embólico – purulenta pero como en estos casos las lesiones son mas importantes en el intersticio, las estudiaremos como nefritis intersticiales purulentas focales.

B.- Nefritis intersticiales

Hablaremos de nefritis intersticial (NI) cuando la inflamación se inicia primariamente y se localiza principalmente en el estroma renal.
Deberemos tener siempre en cuenta que en el curso de GN y de Tubulonefrosis, también podemos encontrarnos con NI secundarias. Entonces, hablaremos de Nefritis de acompañamiento o asociada.
Al mismo tiempo, aunque menos frecuente, podremos encontrar lesiones glomerulares, tubulares o vasculares leves en las NI primarias.

De forma muy general, podemos asociar etiológicamente a las NI con agentes infecciosos, principalmente bacterias, aunque también con algunos virus (especialmente en las NI no purulentas). La vía de infección más importante es la hematógena, ya que forman parte de procesos sistémicos. Sin embargo, en las Pielonefritis la vía principal es la urógena (vía ascendente). Ocasionalmente pueden participar mecanismos inmunopatologicos, auto-anticuerpos frente a la membrana basal tubular, como sucede en el Lupus Eritematoso  del perro.

Las manifestaciones clínicas de las NI pueden pasar, muchas veces, inadvertidas constituyendo un hallazgo de necropsia o de matadero. Cuando es grave, el riñón   no es capaz de concentrar la orina (orina de baja densidad), los túbulos fallan en la reabsorción y en la secreción se produce uremia e hipertensión hasta alcanzar la situación de fallo renal descompensado.

¡Recuerden que las GN cursan fundamentalmente con proteinuria!

A las nefritis intersticiales las clasificaremos en:

  1. Nefritis intersticiales difusas no purulenta.
  2. Nefritis  intersticiales focal no purulenta.
  3. Nefritis intersticial focal embolico-metastática.
  4. Pielonefritis
  5. Nefritis granulomatosa

  1. Nefritis intersticial difusa no purulenta:
Es muy frecuente en perro y en gatos. Se presenta en casos de leptospirosis y como consecuencia de toxinas bacterians en el curso de piometras y de neumonías, pero la mayor parte de las veces, no se conoce su origen ya que suelen ser lesiones muy crónicas y aparecen como hallazgo de necropsias. Otras causas de NI son los Adenovirus canino tipo I, la Leishmaniosis canina, la Leptospirosis en cerdos y bóvidos y el Encephalitozoon cuniculi en el conejo.

La nefritis intersticial afecta a ambos riñones. En los casos agudos, los riñones suelen presentarse aspecto macroscópico normal o bien incrementado algo su tamaño, color rojo oscuro y la capsula se desprende fácilmente, sin arrastrar parénquima renal. En los casos crónicos, se aprecian manchas pálidas que penetran como cordones blanquecinos hasta la medular. Ya en los estados terminales podemos encontrarnos con la imagen de riñón fruncido finamente granular en el que destaca una superficie irregular y la cortical reducida. Es en estos casos tan crónicos en donde es difícil establecer una etiología concreta.
Microscópicamente se caracteriza por infiltrados inflamatorios en los que destaca la presencia de linfocitos, hitocitos y células plasmáticas.

Clínicamente las NI pueden dar o no uremia en casos agudos y en casos terminales siempre uremia.

  1. Nefritis intersticial focal no purulenta:

Son relativamente frecuentes y se presentan bilateralmente. Pocas veces dan sintomatología clínica por lo que constituyen un hallazgo de necropsias.

El ejemplo más típico es el “Riñón de manchas blancas” que aparece en los terneros y en la oveja.
Macroscópicamente se caracterizan por nodulaciones blanquecinas y prominentes de 2 a 12 mm, localizadas en la cortical del riñón. Microscópicamente están formados por acúmulos de linfocitos, histiocitos y células plasmáticas. No suelen proporcionar clínica, excepto los casos más graves e incluso llegan a desaparecer. Su etiología, no completamente aclarada, parece estar en relación con infecciones por E. coli, brucelas, salmonelas, estafilococos y algunos virus pero posiblemente, mediando algún mecanismo inmunopatologicos desconocido.

Sobre todo en los cerdos y bóvidos son frecuentes la aparición de nefritis intersticiales focales no purulentas de menor intensidad que forman pequeñas estrías blanquecinas como cuñas en la cortical y que como poseen carácter crónico es muy difícil conocer la causa.

Entre las enfermedades capaces de causar estas nefritis intersticiales se destacan: Fiebre catarral maligna y Diarrea Virica de los bóvidos, Anemia infecciosa equina, Viruela y Ectima en ovinos y leptospirosis.

También pueden aparecer estos tipos de nefritis ”acompañando” a otras lesiones renales.

  1. Nefritis intersticiales focal embólico- metastático:

Se origina por la llegada al riñón de estreptococos, estafilococos, C. pyogenes, E. coli,… por la vía hemática en el curso de septicemias o de tromboembolias. Los émbolos se atascan en los capilares renales y provocan fusiones purulentas (pequeños abscesos) en ambos riñones. A veces pueden afectar a vasos más grndes, como en la tromboembolia y dan lugar a los trombos sépticos. Como se destruyen glomérulos y túbulos, es fácil que se eliminen bacterias por orina y curse con piuria y se complique con una Pielonefritis.

Los cuadros más característicos que cursan con este tipo de nefritis son:
-       Actinobacillus equuli en potros.
-       Papera del caballo (Streptococcus equi)
-       Endocarditis tromboembolica de los bóvidos (Cory. Pyogenes y estreptococos)
-       Endocarditis trombótica del cerdo (Mal rojo y estreptococos)

4- Pielonefritis:

Consiste en la inflamación de la pelvis renal y del intersticio próximo a la pelvis. Es muy frecuente en los bóvidos, ovinos, cerdos y perros. Generalmente se producen por la llegada de bacterias por la vía urinaria o ascendente (colis, estafilos, estreptos, proteus y corinebacterias) que no son especialmente virulenta, pero como suele existir algún trastorno de las vías urinarias excretoras, con retención de orina, o bien reflujo besico- uretral, se favorece la multiplicación de bacterias y ya tenemos la infección, normalmente por varios tipos de ellas (infección mixtos). Menos frecuente es la via hematogena o descendente que este ocasionando una nefritis focal embolico- purulenta.

Las Pielonefritis se reconocen fácilmente por presentar un exudado purulento en la pelvis renal y dilatación de la misma. Suele ser bilateral, los riñones están agrandados y la cortical suele ser ondulada y con puntitos blanquecinos.

En las formas crónicas podemos encontrarnos con fuertes retracciones cicatriciales en todo el riñón (riñón cicatricial pielonefritico). Sobre todo en los bovinos es frecuente una evolución hacia la destrucción progresiva del parénquima renal (riñón fruncido pielonefritico).

Los ejemplos mas destacados son:

Pielonefritis progresivas de las vacas (muy graves)
Pielonefritis asociadas a urolitiasis en corderos
Pielonefritis postparto de la cerdas
Pielonefritis del perro en relación con metritis, cistitis, prostatitis y urolitiasis

5-  Nefritis granulomatosas

Tuberculosis renal: se origina por vía hemática a partir de la generalización de un complejo primario respiratorio. Se presenta en forma miliar y solo en bovinos adultos pueden formarse grandes nódulos. Afecta a bovinos, cabras, perros y gallinas.

Peritonitis  infecciosa felina: aparecen en el curso de esta enfermedad nodulillos necróticos  de 0.5 a 4 mm rodeados por un infiltrado inflamatorio mononuclear.

Otros procesos que pueden ocasionar granulomas renales son: Pseudotuberculosis y Listeriosis en las ovejas. Yersiniosis en los conejos, Ascaridiasis y Filariosis en los perros y en micosis en distintas especies.


HIDRONEFROSIS

Consiste en la dilatación de la pelvis renal por una obstrucción congénita o adquirida de la pelvis renal, uréter, vejiga o uretra.

Las obstrucciones adquiridas pueden ocasionar en el curso de cálculos urinarios, tumores o inflamaciones de la vejiga, próstata o estructuras próximas que presionen sobre las vías urinarias.

Se caracteriza por un riñón globoso que acumula progresivamente orina al mismo tiempo que se va atrofiando parénquima desde la pelvis hasta la cortical

RIÑONES FRUNCIDOS 

Son riñones con tamaño reducido en los que debido a la destrucción de su parenquima nos encontramos con abundante tejido cicatricial. Macroscópicamente; además de menor tamaño destaca su consistencia dura, superficie rugosa e incluso con depresiones. Microscópicamente muestran atrofia de nefronas, esclerosis glomerular, dilatación e hiperplasia tubular, intensa fibrosis intersticial, calcificaciones e intenso infiltrado mononuclear.

Estos riñones son la consecuencia terminal de otros procesos padecidos anteriormente por el riñón, como pueden ser nefritis embolico – metastáticas, infartos renales, nefrosis, glomerulonefritis, nefritis intersticiales crónicas. Pielonefritis e hidronefrosis.

En los casos mas graves de riñón fruncido, se llega a la situación de “riñón terminal” con fallo renal

 TUMORES

Aunque se presentan en perros, cerdos, bovinos, equinos y gallinas, los tumores primarios del riñón son raros. Existen los siguientes:

Adenoma: se presentan en bovinos y equinos. Son proliferaciones benignas muy poco frecuentes.

Carcinoma: afecta fundamentalmente al perro y muy raramente a los bovinos. Posee gran capacidad de metástasis.

Nefrona embrionario o Nefroblastoma: es característico de cachorros, cerdos y terneros jóvenes, aunque también a animales mayores. Pueden adquirir un gran tamaño (hasta 20 kg en el cerdo) y están constituidos por un tejido mixto de procedencia embrionaria. No metastatizan, ecepto en el perro.

Tumores mesenquimatosos: fibromas, fibrosarcomas, leiomiomas, hemangiosarcomas y otras variedades son poco frecuentes.

Tumores secundarios: son muy frecuentes en el riñón dada su vascularización y el papel de filtro.

PATOLOGÍA DE LAS VÍAS URINARIAS

CISTITIS:
Las inflamaciones de la vejiga urinaria son frecuentes, sobre todo en las hembras por poseer una uretra mas corta y por infecciones ascendentes a partir de metritis y vaginitis. Además, las retenciones de orina por estenosis u obstrucciones de la uretra por cálculos, facilitan la proliferación de bacterias (E. coli, proteus, corynebacterium renale, ….) en la vejiga.

Las cistitis pueden ser agudas con aspecto de: catarral, hemorrágica, fibrinosa, necrótico difteroide o ulcerosa. También crónicas, especialmente la cistitis folicular del perro que se caracteriza por nodulillos en la mucosa. Otra forma crónica, es la cistitis poliposa de los bovinos. Una forma especial de cistitis es la cistitis enfisematosa que aparece en el perro y gato como consecuencia de fermentaciones bacterianas de azúcares.

UROLITIASIS

Es la aparición de cálculos en las vías urinarias. Es especialmente importante y frecuente en los rumiantes y en el perro. En los rumiantes se presenta en machos de cebo intensivo con dietas desequilibradas  en el cociente Ca/P. la “ese” peneana de los machos favorece la obstrucción de los cristales formados y el posterior desarrollo de una uretritis obstructiva.